Esta entrada de blog no se acerca ni remotamente a lo que una mamá de un niño prematuro vive, es sencillamente información técnica que debes saber si eres mamá de un niño prematuro y que a veces nadie, ni el mismo pediatra, se sienta a explicarnos detenidamente.
¿Qué es la edad corregida?
Empecemos recordando que la duración habitual de un embarazo es de 40 semanas; aunque se considera un embarazo a término todos los niños nacidos a partir de la semana 38. Si tu hijo nació en la semana 37 o antes se considera prematuro, existen otras subdivisiones: prematuros extremos (menos de 28 semanas), muy prematuros (28 a 32 semanas) y prematuros moderados a tardíos (32 a 37 semanas).
Para calcular la edad cronológica debes de restar el total de semanas de un embarazo habitual menos el número de semanas de gestación. En mi caso 40 semanas menos 34 semanas de gestación= 6 semanas= 1 mes y medio. Imaginando que mis hijos hubieran nacido hace 6 meses, su edad corregida serían 4 meses y medio.
Luego entonces, ¿Cuándo debemos de usar la edad corregida? Se utiliza para poder valorar apropiadamente la evolución del desarrollo neurológico y físico. El desarrollo de un prematuro no puede compararse con un bebé nacido a término, porque durante este tiempo el bebé prematuro va a madurar y finalmente va a recuperar el tiempo que le faltó para llegar a su término. En otras palabras, lo usaremos para saber cómo va evolucionando en los hitos del desarrollo: control cefálico, sentado, cuatro puntos, gatear, caminar; en ocasiones también para introducir los alimentos sólidos. También la edad corregida se utiliza para el peso, la talla y el perímetro cefálico.
Algo muy importante para tener en cuenta es que a los 2 años de edad cumplidos se tiene que “emparejar” o lograr cerrar esa brecha en desarrollo. La edad corregida es un término utilizado en el argot médico o terapéutico pero en la vida diaria simplemente utiliza la fecha de nacimiento de tu hijo.
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